lo que no pudo ser

Los recuerdos como estímulos, la realidad como trompada,

y el corazón baila con la mente en ese escenario borroso de lo que no pudo ser.

Esas son las mejores palabras que en estos años encontré para describir lo que fue transitar el duelo.

No duele lo que vivimos, duele todo aquello que no pudo ser.  Y lo que no pudo ser es infinito.

Duelen los no y la ausencia en cada hito y en la valiosa cotidianidad.

Duelen las ganas de que estés acá y compartir un mate más.

Duele entender que hay cosas que no se entienden.

Doloroso el camino y dolorosa la decisión de dejar de ahogarme en la tristeza.

Doloroso decidir dejarte volar más alto y así yo, caminar con la novedad de la liviandad.

Doloroso pero liberador.

El dolor pudo haber sido la forma que encontré de sentirte cerca, pero hoy deseo frenar, y equilibrar.

Y desde el deseo sí, ya no desde la necesidad.